Estados Unidos acusó ayer a la aviación rusa de haber “interceptado y chocado” un dron suyo sobre el mar Negro y de provocar su caída. Moscú negó esas acusaciones, aunque reconoció que dos de sus cazas interceptaron un dron estadounidense “en la zona de la península de Crimea”.
Estados Unidos acusó ayer a la aviación rusa de haber “interceptado y chocado” un dron suyo sobre el mar Negro y de provocar su caída. Moscú negó esas acusaciones, aunque reconoció que dos de sus cazas interceptaron un dron estadounidense “en la zona de la península de Crimea”, sobre el mar Negro, que fue anexionada por Rusia en 2014 sin reconocimiento internacional.
Según Moscú, el dron avanzaba “en dirección” de la frontera rusa. “Los cazas rusos no utilizaron su armamento”, y no entraron siquiera en contacto con el dron, que había vulnerado la zona de exclusión aérea “establecida para llevar a cabo la operación militar especial”, aseguró el Ejército ruso, en referencia a la invasión a Ucrania.
Asimismo, el embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, dijo este miércoles que espera que Estados Unidos se “abstenga de seguir especulando en el espacio mediático” y detenga sus vuelos cerca de las fronteras rusas.
“Consideramos toda acción que incluya el uso de armas estadounidenses como abiertamente hostil”, sostuvo el embajador en un comunicado difundido por Telegram, después de haber tildado de “provocación” la acción estadounidense.
Agregó que “Rusia no busca la confrontación y sigue apostando por una cooperación pragmática en interés de los pueblos de nuestros países”, informó la agencia de noticias AFP.
Además, el vocero del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, aseguró esta mañana que Rusia está dispuesta a dialogar de manera constructiva con Estados Unidos.
“Por supuesto, cada uno de los países defenderá sus intereses en el diálogo. Sin embargo, Rusia nunca rechazó el diálogo constructivo y no lo rechaza ahora”, dijo Peskov al ser consultado sobre las consecuencias del hallazgo.
El vocero reconoció que las relaciones entre Moscú y Washington, que es principal proveedor de armas a Ucrania para pelear con Rusia, “se encuentran en su punto más bajo, en un estado muy deplorable”, informó la agencia de noticias Sputnik.
Según Washington, el dron MQ-9 fue interceptado por dos cazas rusos Su-27 que volaron a su alrededor durante 30 a 40 minutos.
De repente, uno de los cazas rusos “golpeó la hélice del MQ-9, provocando que las fuerzas de Estados Unidos tuvieran que derribarlo en aguas internacionales”, agregó el Pentágono. El dron no ha sido recuperado, dijeron funcionarios, pero no aclararon si se estaban haciendo esfuerzos para encontrarlo.
Rusia desmiente la versión estadounidense
Rusia, por su parte, rechazó la versión dada por Washington. “Como resultado de una maniobra brusca (cerca de los cazas rusos), un vehículo aéreo no tripulado MQ-9 realizó un vuelo sin control, perdiendo altura, y chocó con la superficie del agua”, informó el Ministerio de Defensa ruso.
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Estados Unidos usa MQ-9 Reapers tanto para vigilancia como para ataques y ha operado los drones en una variedad de lugares, incluso en Medio Oriente y África. Otros países, incluidos el Reino Unido y Francia, también los utilizan.
Finalmente, Ucrania dijo que el incidente reflejaba la intención de Rusia de ampliar el conflicto.
“El incidente con el dron estadounidense MQ-9 Reaper provocado por Rusia en el mar Negro es una señal de (Vladimir) Putin de que está dispuesto a expandir la zona del conflicto y a implicar a otras partes”, expresó en Twitter el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksii Danilov.