El presidente Alberto Fernández dio inicio al período 141º de sesiones ordinarias del Congreso Nacional con un discurso en el que defendió su gestión, insistió en la necesidad de una reforma de la Justicia y abordó el conflicto con la Corte Suprema por los fondos y el control del Consejo de la Magistratura.

En un discurso que se extendió por más de dos horas, el Presidente repasó las condiciones en las cuales se encontraba el país en 2019, cuando recibió el poder de Mauricio Macri, al señalar el endeudamiento externo y abandono de las funciones vitales del Estado registradas entre 2015 y 2019.

Además, el mandatario brindó un detalle sobre los “tiempos difíciles” que atravesó en el tiempo que transcurrió hasta ahora de su gestión.

“Bloque de intereses tradicionales”

Fernández no eludió la polémica suscitada por el fallo de la Corte Suprema Justicia en favor de la Ciudad de Buenos Aires respecto de “la disputa por los recursos nacionales” que, según el Presidente, hizo “evidente cuál es el bloque de intereses tradicionales que pretenden consolidar las enormes asimetrías que aún existen en la Argentina”.

“Mientras que muchas provincias necesitan realizar obras que permiten asegurar servicios tan esenciales como el agua potable para sus habitantes, la Corte Suprema de Justicia aseguró cautelar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden contrariando la ley de coparticipación vigente”, dijo en el momento más álgido de su presentación, entre aplausos de la bancada oficialista y críticas a viva voz de la oposición.

Mientras recibía insultos de diputados opositores encabezados por Fernando Iglesias cuando promediaba su alocución, el jefe de Estado afirmó que la “intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible”.

En la cara de los jueces

A tan sólo unos metros de los ministros de la Corte, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, el Presidente añadió que fue “el accionar de los miembros” del supremo tribunal lo que lo llevó a presentar un pedido de juicio político contra sus integrantes.

“No hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia. Se solicita que se revise con todas las garantías y en las instancias que corresponde el desempeño de los magistrados”, subrayó.

También criticó a la oposición que, cuando ocupó el poder, armaba “mesas judiciales y perseguía con recursos estatales a jueces, a periodistas, a políticos opositores y hasta a sus propios compañeros”, en relación al espionaje sufrido por Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, entre otros.

Magnicidio

En un pasaje previo, el Jefe de Estado se había referido al intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y pidió a la Justicia que actué “con la misma premura con la que archiva causas en las que jueces, fiscales y empresarios poderosos asoman como imputados”.

El capítulo económico fue uno de los más extensos y transversales, destacando logros como el crecimiento conseguido en años consecutivos -un hito que no registra antecedentes desde 2008-, las dificultades que se enfrentan, y las oportunidades futuras.

“Somos uno de los países que más creció en estos dos últimos años. Todas las proyecciones propias y de los organismos internacionales señalan que en 2023 volveremos a crecer. Seremos uno de los países que más crezca del mundo y de los primeros de la región”, apuntó.

Inflación

Respecto de la “alta inflación”, el Presidente dijo que “constituye un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas”.

“Estamos abocados a reducirla sin generar incrementos en los niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento que venimos experimentando. No resulta una tarea sencilla. Quienes minimizaron el problema acabaron por profundizarlo”, apuntó y subrayó que no se necesita de FMI para saber que el país debe “lograr el equilibrio fiscal”.

Sostener al Estado

Fernández también realizó una defensa encendida de empresas públicas como YPF, Arsat, Aerolíneas Argentinas e Invap ante ”un nuevo embate privatizador” que llega a los argentinos “precedido de una campaña de desprestigio”.

“Que no vengan a hacer negocios con nuestro patrimonio los que invocan números con los que disfrazan su falta de interés por las condiciones de vida de tantos argentinos y argentinas, a los que estas empresas ayudan y mucho. Defendamos nuestro patrimonio”, agregó.