La diputada y cosplayer Lilia Lemoine se refirió al concepto de “marxismo cultural” que agita a menudo como también lo hace Javier Milei. Qué dijo.
“En un contexto de chismes y de chistes… podría considerarse, en un contexto así podría sonar muy gracioso, pero es un tema muys erio
“Cómo se llega a controlar una población, o una opinión pública, a través de los medios, y según la facción, si se vuelve hegemónica, vas a ver una predominancia, de los temas que se tratan de las cosas que se hablan o quiénes pueden hablar y quienes no
“Como no triunfaron a nivel político, los gobiernos de izquierda… el comunismo, el marxismo, suelen ser un fracaso en todo el mundo… ¿en eso estamos de acuerdo?
“Para que la gente que escucha entienda: Venezuela, Cuba, Corea del Norte, la China comunista, que ahora bastante se ha abierto al capitalismo de una manera extraña… pero China es un caso especial… la Rusia comunista… hubo millones de muertos”.
Marxismo “antinatural”
“Es un sistema antinatural que se impone por la fuerza”.
Tenembaum le mencionó el caso del aborto, que los anarclibertarios indican como algo marxista, y sin embargo Francia lo acaba de incorporar como derecho a su Constitución.
Ante el ejemplo Lilia Lemoine atinó a reir y a intentar desarrollar otro concepto: “Te cuento, justamente: ¿Cuál es la finalidad del marxismo cultural? Primero: que no te des cuenta de que estás siendo domesticado, por decirlo de alguna manera, que es una palabra que todos entendemos (sic)”.
Y continuó: “Francia es un país socialista, social demócrata… ¿Conocés la Ventana de Oberton?, apuntó Lilia en relación a la teoría política que indica, en resumen, que un político “abre” una ventana para llevar adelante un hecho que representa a su ideología de fondo, pero que no muestra todo lo que esa ideología contiene.
Argenzuela
“Cuando llegás al comunismo ya es demasiado tarde, ya aprobaron ese experimento, ¿no? Pero no hace falta para que el país sea comunista para que caiga en la pobreza absoluta, como es el caso de Venezuela. Porque son casos cercanos, entonces, reírse de que esto pueda pasar, porque pasa… de hecho… ¿por qué se hace un programa que se llama Argenzuela? ¿O por qué los argentinos tenían miedo de ser Venezuela?”.
“Vuelvo al tema: cuando el comunismo falla, cuando el socialismo falla en todo el mundo, ¿qué hacen? Los intelectuales infiltran la academia, pasó en Estados Unidos, infiltran el Gobierno. Hubo una etapa oscura de Estados Unidos que es la del macartismo, supuestamente, que está mal vendida o mal contada. (Joseph) McCarthy murió de una manera extraña… un hombre joven, sano, muy querido. Se lo recuerda como un villano, cosa que no fue, porque no pasó lo que dicen que pasó…”
Cruce de Lilia Lemoine con Tenembaum
En ese momento Tenembaum interrumpió la bajada de Lilia Lemoine y le explicó de forma resumida qué fue el macartismo: “Fue una política para perseguir al que pensaba distinto adjudicándole el calificativo de comunista. Se hacían sesiones en el Congreso y se marcaba a actores, artistas y se los despedía porque alguna vez habían tenido algo que ver con el comunismo. ¿Eso a vos te parece bien?”, inquirió Tenembaum.
“No me parece bien porque fue lo mismo que se hizo durante el gobierno de Alberto Fernández, que se persiguió a quienes hablaban en contra de la izquierda, digamos del marxismo cultural, justamente”, arremetió.
En ese momento el periodista le señaló las características de paranoia y conspiracionismo que tenía el desarrollo del concepto “marxismo cultural”, el cual Lilia no logró explicar.
Profundizando el dislate, la cosplayer reanudó la catarata de conceptos inconexos, al tiempo que dijo que en Argentina “no llegamos al comunismo porque Argentina es un país muy rico que se resiste (sic)”.
Luego Lemoine se preguntó si Tenembaum quería hacerla parecer “conspiranoica” o “plantear un escenario donde parezca conspiranoica” y dijo que las cosas “tenebrosas” que pasaron durante la pandemia en Argentina fueron “por el socialismo”.
Luego la diputada nacional siguió abriendo ventanas de temas a los que relacionó con la amenaza socialista/comunista/social demócrata, categorías que considera iguales entre si.