La actriz Cristina Lemercier es recordada por su composición de Jacinta Pichimahuida, la querida Señorita Maestra de la década del 80. Su muerte fue trágica, violenta, y dejó una duda: ¿Suicidio o asesinato?
El 27 de diciembre de 1996, en la localidad de San Miguel, provincia de Buenos Aires, se produjo la trágica muerte de Cristina Lemercier. La actriz, entonces de 45 años, era famosa por la tira diaria que protagonizó en los años 80s, “Señorita maestra”, donde interpretó a la querida Jacinta Pichimahuida.
La trágica muerte de Cristina Lemercier todavía hoy retumba en la Argentina, incluso habiendo pasado casi 30 años desde la madrugada del 22 de diciembre de 1996, cuando la artista y su marido, Raúl Ortega, discutieron de forma virulenta y el cruce terminó con un tiro en la cabeza de ella.
Ambos estaban separados desde 1991, cuando se dijo que Lemercier mantenía un romance con un político de la época y tras fuertes discusiones la actriz y el hermano de Ramón “Palito” Ortega cortaron la relación.
“¡Cristina, dejá ese revólver!”, dicen que se le escuchó decir a Raúl Ortega, frase a la que sucedió el disparo fatal, que dio en la sien de Cristina, quien sufrió daños irreversibles que culminaron en su muerte. la muerte llegó, finalmente, horas después, el 27 de diciembre de ese 1996.
¿Suicidio o asesinato?
Tras el hecho la justicia detuvo a Raúl Ortega, quien horas después fue liberado. Según las crónicas de la época el hombre aseguró que esa noche Cristina tuvo “un ataque de nervios” y que tomó el revólver Smith and Wesson calibre 38 que tenían en el hogar.
Ortega declaró que Lemercier se acercó el arma a su cabeza y gatilló tres veces. También señaló que “creyó que no tenía balas”. La última vez, la bala salió.
Ortega sostuvo que Cristina sufría una fuerte depresión, producto de un accidente que había tenido algunos años antes, en 1992, que le había hecho bajar 10 kilos la había alejado de la escena artística.
“Cristina estaba bajo tratamiento psiquiátrico pero en los últimos tiempos se encontraba mejor. Estuve dos días antes de la tragedia y noté que estaba muy ansiosa por la llegada de su esposo. Quería recomponer su matrimonio, unir a su familia. Eso la tenía mal”, señaló Jorge, uno de sus cuñados en una nota con el diario Crónica, al día siguiente de su muerte.
Las dudas persisten.