El prestigioso actor estuvo como invitado en ESPN Playroom, donde se explayó con total franqueza sobre la ceremonia de entrega de los premios de la Academia de Hollywood que se realizó este año, en la que “Argentina, 1985”, film que lo tiene como protagonista, compitió y fue derrotado.

El primer programa del año de ESPN Playroom, conducido por Migue Granados, tuvo como invitado a Ricardo Darín, el actor más importante de la Argentina. En un charla distendida donde no faltó el humor, el reconocido artista se explayó sobre los últimos Oscar, en los que el film “Argentina, 1985”, que lo tiene como protagonista, compitió y finalmente perdió en la categoría a Mejor película internacional.

Consultado sobre si “Sin novedad en el frente”, la película alemana que se alzó con la estatuilla, le había parecido mejor que la cinta argentina, Darín fue categórico: “No es mejor que ‘Argentina, 1985’. Es otra cosa, pero es muy buena. No nos robaron, ganaron”.

Además, contó cómo fue el momento en el que anunciaron que la producción de Alemania era la ganadora: “Me quise hacer el harakiri. Ahí se te viene el mundo abajo por todo lo que estuviste remando durante tanto tiempo, porque es como una escalera que vas subiendo peldaño a peldaño sin darte cuenta, y un buen día entrás en el rollo de que ‘ojo que estamos ahí’, cuando en realidad, al principio de los principios no pensás en eso, se va armando”.

Tuvimos la suerte de que la peli funcionó muy bien, fue muy bien recibida, ganó premios por todos lados. Hizo un camino bárbaro, fantástico, y nosotros lo sabíamos, pero la verdad no teníamos las pretensiones de ‘vamos al Oscar’, no nos pasaba eso”, agregó.

Y amplió: “Después pasó que antes de los Golden Globes, al quedar en esa selección de las 15, que es dificilísimo, ahí te empieza a picar un poco el culo, y después ya te empezás a poner loco con las 5 (últimas)”.

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“Había un poquito de decepción, sobre todo porque sabíamos que no veníamos como favoritos, pero a último momento aparecieron en el escenario Antonio Banderas y Salma Hayek, que rebosan latinidad por todos lados y dijimos ‘uy, mirá si se produce un batacazo’, pero no fue así”, consideró Darín, quien concluyó: “Cuando mirás para atrás y ves el camino que hicimos te da un poco de tirria desmerecer todo lo anterior solo porque en esa instancia no fuimos los favorecidos”.

Una noche emotiva

Por otra parte, el prestigioso actor contó lo vivido la noche previa a la entrega de premios: “Tuvimos la maravillosa oferta de una amiga que trabaja en Los Ángeles, la noche anterior, a una fiesta en su casa donde fue la única oportunidad de reunirnos todo el equipo. Ahí tuvimos la gran última oportunidad de juntarnos todos y fue una ceremonia privada muy emotiva, porque ella tuvo además el gran gesto de poner una pantalla gigantesca en el living y teníamos la película de fondo. La habíamos visto 300 veces, pero en ese momento que la teníamos ahí de fondo, sin sonido, en un momento me engancho a mirar una escena -donde Peter y yo nos peleamos en la fiscalía- y después se sumó otro y otro y terminamos pidiendo que baje la música y ponga el audio de la película y nos quedamos así mirándola hasta que terminó, cantando todo el tema de Charly García del final. Estábamos todos con el corazón ahí. Entonces, eso para nosotros fue el cierre. Lo que vino después, la desazón, es una ceremonia”.