El piloto, director de cine, actor y filántropo todo terreno Enrique Piñeyro contó una curiosa anécdota situada en pleno caos de diciembre de 2001. Sí, fue Batman por una noche.
No queda claro qué haría Batman en Argentina si le tocara combatir al crimen en esta parte del mundo, pero hace 22 años, una calurosa noche de diciembre, el encapotado surcó las calles de Olivos.
El responsable de la presencia del máximo héroe de Ciudad Gótica en el conurbano norte fue Enrique Piñeyro, el piloto de avión, actor y realizador que también es el filántropo que se transformó en héroe por una noche.
De Ciudad Gótica a Olivos
La anécdota, por demás curiosa, la contó Piñeyro durante una entrevista con Jorge Fontevecchia para Perfil.
“¿Es cierto que en el conflicto de 2001, en el momento que la turba cerca la quinta de Olivos, fuiste vestido de Batman, te subiste a un techo y desplegaste una capa?”, le preguntó el periodista en Método Fontevecchia.
“I´m Batman”
Y Enrique Piñéyro contestó: “Me subieron en andas. Sí, I’m Batman. Fue así: yo vivía a dos cuadras de la quinta, venía de cenar en un restaurante del bajo, en Libertador, y veo Maipú de bote a bote, gente golpeando la cacerola, chicos, era algo como muy friendly, era un club, una especie de sociedad de fomento volcada a la calle”, comenzó su relato.
“¡Batman, Batman, olé, olé, olé!”
Luego de aclarar que en la protesta “no había nada violento”, continuó con su relato:
“Me había comprado el traje de Batman IV (quizá en referencia a “Batman & Robin”, de 1997). Fui a casa, vivía a dos cuadras de la quinta, me lo puse y la capa tenía un raso divino que tenía caída. Y entré corriendo así (al grupo de gente), con toda la capa inflada y como en el Mar Rojo se abrieron las aguas”, continuó.
La ovación más grande de su vida
Luego puntualizó sobre el momento en que se unió al malón: “Llegué hasta la puerta de la quinta y me agarraron, me pararon arriba de los hombros, delante de una multitud de diez mil personas, fue la ovación más grande que recibí en mi vida, y todo el mundo cantando: “Batman, Batman, olé, olé, olé!”.
“Al día siguiente vuelvo al restaurante y le cuento al dueño, se ríe, va a la cocina y se ve que cuenta: me quedé hasta tarde y cuando salen los cocineros para irse, uno se desvía, viene a la mesa y me dice: ´Batman, cómo te aplaudimos ayer, yo estaba ahí´”, dijo luego.
De Batman a Bruno Díaz
Lo más insólito llegó cuando se refirió a los testimonios que dio a la prensa: “Di entrevistas diciendo que en Ciudad Gótica jamás privilegiaríamos el pago de la deuda externa sobre el bienestar de la gente. Pero ahí todavía era divertido. Al día siguiente fui allá, a la Casa Rosada (a las protestas en Plaza de Mayo) ya de Bruno Díaz”, completó.