Ambos participaron de un foro de la derecha rancia en los Estados Unidos. Los dos se sienten salvadores de sus países y cargaron contra quienes se les oponen.
El expresidente Donald Trump se proclamó como el único capaz de salvar a Estados Unidos de los “belicistas” demócratas y de los “tontos” de su propio Partido Republicano. Lo dijo al hablar en un foro ultraconservador en el que, por si fuera poco, el exmandatario Jair Bolsonaro advirtió que “su misión aún no ha terminado” en Brasil.
Entre ovaciones y aplausos, los expresidentes estadounidense y brasileño pronunciaron discursos en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), en una localidad aledaña a Washington.
Por su parte, Trump estimó que Estados Unidos está de rodillas y que los estadounidenses deben librar “una lucha épica para rescatar” al “país de las personas que lo odian y quieren destruirlo por completo”.
“Teníamos un Partido Republicano que estaba gobernado por raros, neoconservadores, globalistas, fanáticos de una frontera abierta y tontos”, disparó.
En su opinión, los estadounidenses estaban cansados de “dinastías políticas arraigadas en ambos partidos, de intereses especiales podridos, de políticos amantes de China” y de partidarios de “guerras extranjeras interminables”.
Rusia, Ucrania, Washington y la III Guerra
“Vamos a tener una Tercera Guerra Mundial si algo no ocurre pronto”, advirtió Trump, quien desaprueba la ayuda militar estadounidense a Ucrania.
“Soy el único candidato que puede hacer esta promesa: evitaré la Tercera Guerra Mundial”, aseguró.
En casi dos horas de discurso hizo un repaso de sus temas recurrentes, como el resultado de las presidenciales de 2020 que perdió ante el presidente demócrata Joe Biden, y que él considera fraudulento.
Arremetió contra los fiscales de “izquierda radical” en un momento en el que podría ser llevado ante la justicia por las victimas del asalto al Capitolio cometido por sus simpatizantes en enero de 2021.
El expresidente se vanaglorió de haber deportado a decenas de miles de migrantes y de haber empezado a construir un muro en la frontera con México, parado por Biden, y que él promete ampliar si vuelve a la Casa Blanca.