El año pasado fueron asesinados 86 trabajadores de medios de comunicación, reveló este lunes el secretario general de la ONU, António Guterres.
El número de trabajadores de medios de comunicación asesinados en todo el mundo tuvo en 2022 un aumento del 50% respecto del promedio de los últimos tres años anteriores, con un total verificado de 86 homicidios, reveló este lunes el secretario general de la ONU, António Guterres.
“La libertad de expresión está en un estado de quiebra. El número de trabajadores de medios asesinados en el mundo se incrementó en un 50% el año pasado, una cifra escalofriante”, afirmó al pronunciar un discurso en la apertura de la 52 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Tras varios años de descensos consecutivos, 86 periodistas y trabajadores de medios de comunicación fueron asesinados en todo el mundo en 2022 -un homicidio cada cuatro días-, frente a 55 de 2021, precisó la ONU.
El alza de crímenes verificada durante el año pasado supone romper una tendencia a la baja observada recientemente.
De los 99 asesinatos en 2018, la cifra había descendido a una media de 58 al año entre 2019 y 2021, según el Observatorio de Periodistas Asesinados de la Unesco.
La región más peligrosa
Pese a la guerra que desde hace más de un año se desarrolla en Ucrania, la región más mortífera para los trabajadores de prensa fue Latinoamérica y el Caribe, donde se registraron 44 asesinatos, más de la mitad del total.
Si se recuentan los casos por país, la lista está encabezada por México, con 19 muertos, seguido por Ucrania con 10 y Haití con nueve.
Casi la mitad de los informadores muertos se encontraban de viaje, en sus domicilios, en estacionamientos y otros lugares públicos fuera de su sitio de trabajo. Una tendencia en alza que, según la Unesco, “implica que no existen espacios seguros para los periodistas, ni siquiera en su tiempo libre”.
La ONU también detalló que las principales causas fueron las represalias por informar sobre el crimen organizado, los conflictos armados o la cobertura de temas comprometidos como la corrupción, los delitos contra el medio ambiente, el abuso de poder y las protestas.
Además de asesinatos, otras formas de violencia contra los periodistas fueron las desapariciones forzadas, los secuestros y las detenciones arbitrarias, el acoso y la violencia en las redes, en particular contra las mujeres periodistas.