El juez de la causa que lo tiene acusado por violencia de género le negó al humorista el beneficio de la prisión domiciliaria.
Juan “Cacho” Garay, el conocido contador de chistes que se encuentra acusado de violencia de género contra su expareja, pasará al menos este fin de semana en una celda de una cárcel de Mendoza, luego de que el juez Federico Martínez revocara el beneficio de la prisión domiciliaria.
La medida judicial se produjo en aceptación al pedido de la nueva fiscal del caso, Mónica Fernández Poblet.
Marche preso (y presa)
El juez Martínez rechazó las tres nulidades planteadas por las defensas de Garay y Sandra Astudillo Staffolani, presunta cómplice de Garay.
En cuanto a Astudillo, empleada de la Legislatura y exreina departamental de Tupungato en la década de 1980, el juez Martínez dictó prisión domiciliaria. La mujer fue señalada por Verónica Macías (denunciante de “Cacho” Garay) como cómplice y partícipe en los casos de abuso sexual que habrían tenido lugar. Sin embargo, Astudillo permanecerá en el penal.
Amenazas, robo, abuso sexual y más
Cacho Garay enfrenta múltiples cargos, entre ellos amenazas, coacciones, robo, tenencia ilegal de armas de fuego, abuso sexual y privación ilegítima de la libertad, todos en el contexto de violencia de género.