El presidente Javier Milei se peleó en redes con el gobernador de Chubut, Nacho Torres. Le dijo de todo y el fuego se sintió también en el círculo íntimo.
La de este viernes fue otra noche de furia para el presidente Javier Milei, en este caso con un enemigo nuevo: el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres. La semilla de la flamante tragicomedia presidencial fue la respuesta de Torres a los aprietes y destratos de la Casa Rosada.
Y la respuesta a los cortes de flujo de dinero de parte de Nación fue por la red X.
“Las provincias son preexistentes a la Nación y merecen respeto. Nadie puede someterlas ni extorsionarlas con amenazas de restricción de fondos públicos que les pertenecen por derecho propio”, comenzó tranca 120 el gobernador de Chubut en un tuit.
Y siguió, a modo de argumentación de lo que vendría: “En febrero el gobierno nacional nos retuvo ilegalmente $13.500 millones. Es más de un tercio de nuestra coparticipación mensual”.
El remate fue lo que más impactó en el Gobierno: “Si no cumplen con la Constitución y no le envían los recursos a los Chubutenses, entonces Chubut no entregará su petróleo y su gas”.
La frase cayó como una bomba en la psiquis de Javier Milei. El presidente se tomó unas horas para calmarse pero no hubo caso. Ni la atención terapéutica de la siempre dispuesta Sandra Pettovello alcanzó para frenar al león.
Y el león tomó el teléfono y tuiteó, exasperado por el desafío de Ignacio Torres y en gran parte por el apoyo que el patagonico recibió en un comunicado firmado por los “gobernadores de Juntos por el cambio”.
Antes de eso la respuesta llegó desde la Oficina del Presidente, que comunicó que el monto que Nación le descontó a Chubut fue por una deuda anterior.
Tras el texto oficial salió a la carga Milei, que posteó: “Ni en mis mejores sueños me imaginé una semana así”, y luego pasó a enumerar sus encuentros con representantes de la Casa Blanca y el FMI, y el hecho de que “la casta sola sale a gritar soy casta”.
No conforme con eso, el presidente Milei se dedicó varias horas a compartir ataques e insultos contra Nacho Torres, todos a cargo de sus trolls.
Horas después la cosa siguió y se puso más pesada. Ignacio Torres le respondió a Milei que no le tiene miedo y la frase terminó de llenar el.vaso de paciencia del mandatario.
La primera silla que arrojó contra la pared fue la que estaba usando en una de las habitaciones de la Quinta de Olivos. Ni siquiera la asistencia inmediata de Sandra Pettovello calmó a la fiera. Y fue por otra silla, menos costosa que la principal del aposento. Y esa salió disparada contra una pared. La tiraron poco después en una bolsa negra.
El brote nervioso del presidente fue aplacado a medias por Pettovello y Karina. También apareció en escena un poderoso tranquilizante.
Muy poco después, apenas recuperado, el jefe de Estado volvió a tomar su teléfono y le dio rt a todo lo que vio pasar en contra de Torres.
En un hangar lo esperaba un avión que lo llevaría a Estados Unidos con motivo de una reunión de la secta del anarcocapitalismo.