La imitadora Fátima Florez se defendió de las críticas que recibió tras su fallida imitación de su novio, el presidente Javier Milei.
Es un momento complicado para Fátima Florez, la presunta pareja del presidente Javier Milei, sobre quien realizó una imitación que generó más críticas que aplausos.
La imitadora Fátima Florez debutó en el teatro Roxy de Mar del Plata con su obra veraniega y entre otros personajes incluyó a Javier Milei. Pero no funcionó del todo.
Más allá de que recibió aplausos tras su performance, los comentarios en medios especializados fueron muy negativos. Falta de gracia, guion muy flojo, chistes viejos y malos fueron el común denominador, aunque también se remarcó lo fallida de la imitación en términos de voz y gestualidad.
En las últimas horas Fátima salió a defenderse de las críticas. “¿Cómo no voy a interpretar al presidente?”, dijo, en defensa propia.
En diálogo con el programa televisivoLAM (Los ángeles de la Mañana), Fátima Florez habló de su espectáculo “Fátima 100%”
“Sé que hay mucha atención y los ojos puestos (en mí). Como persona y como artista, estoy como… no shockeada, pero me hago cargo, es una responsabilidad más grande. Si bien siempre la tuve, ahora siento más ojos puestos en mi trabajo”, apuntó.
Y agregó en diálogo con Ángel de Brito: “Por ahí, al estar yo adentro no me llama tanto la atención. Como artista, ¿cómo no voy a interpretar al presidente de los argentinos? Bueno, es mi novio, ¿y qué querés que haga? ¿Que no imite a mi novio?”.
“Él sabía que lo iba a hacer porque se lo conté y le encantó desde el vamos la idea. Él vio la caracterización el día que yo subí la foto mía como Javier a mi Instagram, que explotó, gustó mucho. Y después le dije ‘el personaje ya lo vas a ver en el teatro’”, completó.
“Debutamos el otro día y ustedes no saben lo que es cuando entra el personaje, explota el teatro, se pone la gente de pie, aplauden, ovacionan. Él nunca lo vio, pero mañana viene al teatro y va a disfrutar del show”, añadió sobre los vítores de su público y fans.
Sobre lo fallida de su imitación, dejó la autocrítica para otra oportunidad y eligió señalar que “no se le puede gustar a todo el mundo”. También, que le “gustaría que tengan la misma vara con todo el mundo y no con Fátima porque es mujer”.